The Kingdom Come es un pequeño y alejado pueblo minero de las montañas de California. El jefe de la población es Dillon, un irlandés seco y duro, que mantiene el orden con justicia y mano firme. Los habitantes le respetan: en realidad fue él quien tiempo atrás levantó aquella población de la nada, tras obtener la propiedad de una mina. Pero al pueblo llegarán tres personas que acabarán con la vida rutinaria y acomodaticia de Dillon: un joven trabajador de la compañía Central Pacific que estudia la posibilidad de que el ferrocarril pase por allí, y dos mujeres, madre e hija, cuya historia está inevitablemente unida al origen del pueblo.
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