Charlie Croker (Michael Caine) acaba de salir de la cárcel, pero no tiene ninguna intención de reformarse. Su próximo objetivo es robar un banco de Italia en el que hay depositados cuatro millones de dólares en barras de oro procedentes de China. Para ello, Charlie tendrá que lidiar con la mafia, que también está interesada en el botín. La película, que fue objeto de un remake en 2003, es recordada sobre todo por sus espectaculares persecuciones por las calles italianas a bordo de unos modernos Minis.
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