La historia arranca con los preparativos fúnebres por la muerte de un hombre. Su mujer y sus dos hijos han organizado el velatorio en su casa campestre; ahí también está previsto que se celebre un funeral para luego proceder al entierro. Pero la acumulación de situaciones disparatadas va a complicar las cosas. Primero porque inicialmente la funeraria se equivoca de cadáver; luego por los nervios de un hijo, que prepara unas palabritas -está acomplejado porque todo el mundo desearía que su hermano, célebre escritor, hiciera el elogio fúnebre-, pero también porque uno de los asistentes se ha tomado por error unas pastillas alucinógenas... A lo que se suma la presencia en el lugar de un desconocido, un enano que desvela un inesperado secreto del difunto.
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Si que puedo decir que ha
Puntos: 24