Mirad cuando te haces mayor en la vida hay cosas que se van. Vamos, eso, eso es parte de la vida. Pero solo aprendes eso cuando empiezas a perder esas cosas. Descubres que la vida es cuestión de pulgadas. Así es el fútbol. Porque en cada juego, la vida o el fútbol, el margen de error es muy pequeño. Medio segundo mas lento o más rápido y no llegas a pasarla. Medio segundo más lento o más rápido y no llegas a cogerla. Las pulgadas que necesitamos están a nuestro alrededor. Están en cada momento del juego, en cada minuto, en cada segundo. En este equipo luchamos por ese terreno. En este equipo nos dejamos el pellejo nosotros y cada uno de los demás por esa pulgada que se gana. Porque, cuando sumamos una tras otra, porque sabemos que si sumamos esas pulgadas eso es lo que va a marcar la puta diferencia entre ganar o perder ¡Entre vivir o morir! Os diré una cosa, en cada lucha aquél que va a muerte es el que gana ese terreno. Y sé que si queda vida en mi es porque aún quiero luchar, y morir por esa pulgada. Porque vivir consiste en eso. Las seis pulgadas frente a vuestras caras. Yo no puedo convenceros de que lo hagáis. Tenéis que mirar al que tenéis a vuestro lado. Mirarle a los ojos. Creo que vais a ver a un tío dispuesto a ganarla con vosotros. Vais a ver a un tío que se sacrificará por este equipo, porque sabe que cuando llegue la ocasión, vosotros haréis lo mismo por él. Eso, eso es un equipo caballeros. Y o nos curamos ahora como equipo, o moriremos como individuos. Eso es el fútbol chicos. Eso es todo lo que es. Ahora ¿Que vais a hacer?
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