Unos interesantes títulos de crédito iniciales que, a base de diáfanas metáforas visuales, deja claro desde el principio el tono y la temática de la película. Con la canción “I Can’t Give You Anything But Love”, interpretada por Doris Day como jovial banda sonora, y mediante pequeñas animaciones creadas a base de varios elementos alusivos a la época en que se desarrolla la película (papeles pintados, telas, la iconografía clásica sobre la vida social norteamericana de los años 40/50, etc.) sus autores (Kyle Cooper y su equipo de Prologue) logran una pieza que, sin embargo, consigue sugerir la subterránea carga dramática que se esconde tras las sonrisas y buenos modales que despliegan los personajes de la película.
Muy interesantes.
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