Como el resto de la película, enérgica y muy divertida secuencia de títulos de crédito finales. Con un diseño muy definido y esquemático, al estilo de la gráfica y los dibujos animados de los años 50 y 60 (los dibujos de la Warner, Friz Freleng), como contraposición a los dinámicos y muy fluidos dibujos a los que nos tiene acostumbrado Pixar, una excelente muestra de como cerrar con un broche de oro una película, por otra parte, deliciosa.
Muy buenos.
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