Un obrero de la industria del acero, Charlot (Charles Chaplin) trabaja en una fábrica apretando tornillos en una cadena de montaje. Un día tiene un ataque nervioso, extenuado por el frenético ritmo de su trabajo. Después de pasar un tiempo en un hospital, recuperándose, cuando sale a la calle se encuentra involuntariamente encabezando una manifestación, por lo que es detenido y encarcelado. En la cárcel y también sin pretenderlo, ayuda a sofocar y controlar un motín de los presos, que le hace ganarse su libertad. Cuando de nuevo está en la calle, emprende la dura lucha por sobrevivir junto con una joven golfilla (Paulette Goddard), que conoce en la calle cuando ella está robando un poco de pan para poder comer.
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