Han pasado cuatro años desde que un gran tiburón blanco aterrorizara a los habitantes del pequeño pueblo de Amity, y aun así Brody, el jefe de la policía de la localidad, sigue preocupado. Pero el alcalde no parece tener los mismos temores que el jefe de la policía, y desde entonces ha dado el permiso para que se abra un hotel Holiday Inn y tiene en mente varios proyectos para revitalizar el turismo en la isla. Por desgracia, parece que la pesadilla todavía no ha terminado. Cuando dos submarinistas que estaban explorando la zona donde apareció por primera vez el asesino escualo desaparecen, todas las alarmas se disparan. Es verano y las masas de turistas comienzan a llegar al pueblo, y Brody, que se teme lo peor, no dudará en hacer todo lo posible por intentar que la tragedia no se repita. Sin embargo…
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