La muerte del padre de la familia hace que los miembros de esta, hijos y viuda, tengan que conseguir el alimento por sus propios méritos. El hijo mayor tendrá que guiar a los demás para conservar la extraña tradición de la familia: canibalismo. Así, todos se tendrán que dejar la piel para no ser presas de sus hermanos o madre.
El valor y la necesidad de supervivencia de la familia jugarán un papel fundamental en sus futuras vidas. Remordimientos y oscuras pesadillas invadirán la mente de nuestros protagonistas, que deberán luchar por no ser devorados por sus propios miedos.
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