Joan Crawford fue una famosa y rutilante estrella cinematográfica del legendario Hollywood clásico. Pero también fue madre adoptiva, y mientras como actriz es recordada como una de las más grandes de su tiempo, una mujer de fuerte carácter, sensual y admirada por muchos, como madre fue tóxica, controladora y amargada. Cuando los papeles dejaron de llegar y su estrella comenzó a apagarse, la recordada actriz se dejó llevar por los efluvios del alcohol, y atormentada por su incapacidad para ser madre de forma natural, descargo toda su frustración en su pequeña hija, que tuvo que crecer entre los continuos arrebatos de furia de una mujer que no supo contener su violencia…
Basada en el libro escrito por su propia hija.
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