Fujimoto es un tipo que, harto de los destrozos que el hombre realizaba en la naturaleza, y más concretamente en el mar, decidió dar la espalda a ese mundo contaminado y vivir en el fondo del océano, en un entorno muy especial. Allí conoció a una diosa del mar, lo que le hizo padre de centenares de criaturas con aspecto de pececillos rojos encantadores, aunque con particularidades que les distinguen del resto de los habitantes del mar. Una pececilla de Fujimoto, Ponyo, va a perderse en una red de un barco de pescadores, y tras vicisitudes varias la recoge un niño de cinco años, Sosuke, que vive en lo alto de un acantilado. En contacto con la sangre humana, Ponyo empieza a desarrollar unos dones muy especiales que la aproximan de modo inesperado al mundo de los humanos. Lo que irrita sobremanera a Fujimoto, que trata de rescatar a Ponyo.
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