Tras varios años acumulado una considerable cantidad de dinero, un vendedor de drogas londinense, que aparentemente se dedica a regentar una inmobiliaria, se dispone a retirarse de la mala vida, abandonar Inglaterra y comenzar de nuevo. Pero unos días antes de dejarlo todo, su jefe, del crimen organizado, le pide un último trabajo, bueno más bien dos: tiene que encontrar a la hija drogadicta de un siniestro criminal e intermediar en la compra de un cargamento de pastillas de éxtasis, algo que no parecía en un primer momento muy complicado para un hombre como el, curtido en una y mil batallas. Por desgracia su plan de jubilación se trunca cuando se interponen un empresario serbio y unos cuantos desarrapados de los bajos fondos…
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