Titta es un tipo con pinta de funcionario gris. Vive en la habitación de un hotel de cinco estrellas, tiene un coche estupendo, y aparentemente vive de las rentas, matando el tiempo en el vestíbulo de su alojamiento, en sitio fijo, donde parece observar con indiferencia a todo el que pasa por ahí. Así, la visita inesperada de un hermano puede ser una molestia que debe ser solventada cuanto antes. Aunque quizá no todo le sea indiferente. No puede dejar de fijarse en Sofia, la atractiva chica del bar; pero pese a todo la trata con calculada frialdad, como si no pudiera permitirse el lujo de dedicarle una sonrisa, o un poco de conversación. Algún misterio se trae sin duda este hombre, al que de vez en cuando dejan, en la puerta de su habitación, unas maletas con dinero contante y sonante, que debe enseguida ingresar en determinado banco, donde no hacen engorrosas preguntas.
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