La acción nos sitúa en una China en plena guerra, durante los años 30. El consul británico Robert Conway (Ronald Colman) se ve obligado a evacuar a tres occidentales que corren peligro durante una insurrección. Logran coger un avión, pero son desviados de su rumbo hacia un lugar perdido entre las montañas del Tíbet. Los motivos del secuestro del avión residen en que Conway es el elegido para sustituir al Gran Lama. El lugar donde les llevan es un auténtico paraíso, llamado Shangri-La. Una vez allí, se dan cuenta de que las costumbres y la filosofía de la vida no tienen nada que ver con lo que conocen hasta ahora.
Escribe un comentario largo o tu crítica sobre la película