- El cielo y el infierno están aquí. Detrás de cada pared, de cada ventana. Es un mundo tras el mundo. Y nosotros estamos en medio. Ángeles y demonios no pueden entrar en nuestra dimensión. A los que lo hacen, los llamo "híbridos", son los suministradores de influencia, solo pueden susurrarnos al oído, pero una sola palabra suya puede armarte de valor, o convertir tu placer favorito en la peor de tus pesadillas. Tanto los esbirros del demonio como los de naturaleza angelical, viven entre nosotros.
- Imagino que Dios tiene un plan para cada uno.
- Dios es un chiquillo y nosotros sus mascotas, no tiene planeado nada.