Los rumores sobre mi promiscuidad se habían exagerado mucho. Yo era anónima, una don nadie para el sexo opuesto. Si Google Earth fuera un chico, no me encontraría ni disfrazada de edificio de 10 pisos. Un tema súper actual ¿Eh? Una chica de instituto que se siente anónima ¿Quién soy? ¿Qué sentido tiene todo? ¿Qué hago aquí? Buahhh… Tranquilos esta no es una historia de esas, si que empezó de esa manera, pero todo cambio rápidamente cuando empecé a soltar mentiras sobre asuntos muy personales. Bien, quiero que conste que yo, Olivia Pendergast, en pleno uso de mis facultadas mentales y, bueno con talla de sujetador por debajo de la media, juro decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad. Desde ya. ¿Hay mejor forma de compartir mis pensamientos íntimos que haciéndolos públicos en internet? Con que, allá vamos: Primera parte. "El escalofriante y tópico aunque totalmente falso relato de como perdí mi virginidad con uno que iba a la universidad". Voy a empezar diciendo que hay dos versiones de cada historia, y esta es mi versión, la de verdad.