—¿Al final lo pesca?
—Umm…
—Al pez, ¿lo pesca?
—Oooh, sí, si que lo pesca si.
—Un final feliz.
—Bueno, no exactamente. El viejo ata al pez al lateral del barco y rema hasta la orilla. El pez sangra en el agua, vienen los tiburones y se comen todo el pez hasta que no queda nada.
—Menuda perdida de tiempo.
—No, depende de como lo veas. El viejo se encuentra a su mejor adversario cuando cree que esa época de su vida ya ha pasado, se ve a sí mismo en el pez, y acaba respetándolo cuanto más luchan.
—Y ¿Porqué no suelta el pez y ya?
—El viejo tiene que ser el viejo y el pez el pez. Tienes que ser lo que eres en este mundo ¿No? Sea lo que sea.