—¡Gump! ¿Cual es tu único propósito en el ejercito?
—Hacer todo lo que usted ordene, mi sargento.
—¡Demonios Gump, eres un maldito genio, es la mejor respuesta que jamás he oído. Debes tener un coeficiente de ciento sesenta, tienes un don natural, soldado Gump!