Una historia: Un hombre se enfrenta a muchas decisiones y las opciones que escoge en la vida, pocas veces son perfectas. Así que decide firmar un contrato. Porque quiere cambiar las cosas, quiere salvar al mundo, convertirlo en un lugar mejor.
Las consecuencias son rigurosas, implacables, y se pregunta porqué firmó ese contrato, en cual es el puñetero sentido de todo esto. Supongo que es la responsabilidad del deber, el amor a la Patria. Una forma de vida
¿Estamos en el lugar correcto? No nos corresponde responder a esas preguntas. Un marine lucha por la persona que tiene a su lado, lucha por el hombre que ya no puede tenerse en pié, lucha para que los demás tengan la oportunidad de cambiar las cosas. Así es como hacemos más llevadero lo implacable y, si tenemos suerte, encontramos la esperanza entre la batalla y la muerte.
Y los marines que mataron, sangraron y murieron, siempre serán cabezacotes. Sus familias tendrán que vivir con las consecuencias insoportables de su último sacrificio.
Y los que volvemos a casa nunca dejamos atrás a nuestros hermanos, siempre los recordamos. Somos combatientes profesionales. Somos…. Cabezacotes