Año 1226, tras la muerte de San Francisco de Asís (1181-1226), sus amigos más cercanos, entre ellos Santa Clara, rememoran y hablan de la vida del santo. Y así, vemos como Francisco nace y se cría en una familia acomodada de ricos comerciantes hasta que un día el joven descubre la pobreza y el sufrimiento humanos. Un hecho crucial que cambia para siempre su existencia y su forma de vivir y ver la vida. A través de los pobres, Francisco descubre a Dios y, a partir de ese momento, renuncia a toda riqueza y decide vivir ayudando a los pobres y en comunión con la naturaleza. En su deambular, buscó la bendición del Papa y sobrevivió a la persecución ordenada por la familia de Chiara Offreduccio, que luego más tarde se convertiría en una de sus seguidoras y llegaría a ser canonizada como Santa Clara…
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