En un futuro indeterminado pero cercano, los videojuegos han llegado a tal sofisticación que están muy por encima de la realidad virtual, hasta el punto de que existen prototipos de juegos que se unen al jugador de forma orgánica. Allegra Geller, es una de las más veneradas diseñadoras de videojuegos, y se encuentra probando su nuevo juego, "Existenz", cuya sofisticación es tal que incluso consigue que el jugador no sepa distinguir entre realidad y ficción. Un día es atacada por un furibundo asesino que la amenaza con una extraña arma con apariencia orgánica, pero logra huir con la ayuda de Ted Pikul, un joven del departamento de marketing que a partir de ese momento se convertirá en su guardaespaldas. Una vez a salvo Allegra se da cuenta de que su "vaina", el dispositivo orgánico donde guardaba la única copia de su último juego, se ha estropeado. Al parecer, la única forma de lograr salvar todo su trabajo es que ella y Ted unan sus cuerpos a través de un puente orgánico e introducirse en el juego…
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