El rey Enrique V de Inglaterra es un brillante guerrero y estratega. Desde que era muy joven, momento en el que heredó el reinado al morir su padre, lleva demostrando sus dotes y su valía militar. Pero también es un rey que está muy influenciado por la jerarquía de la iglesia, hasta el punto de que lo manejan como si de una marioneta se tratara. El clero, ávido de poder, le aconseja invadir Francia y reclamar los territorios franceses que le corresponderían a Inglaterra en virtud de los derechos sucesorios surgidos del matrimonio entre Leonor de Aquitania y Enrique II de Inglaterra, y es por eso que el monarca convoca un consejo extraordinario de la nobleza para debatir la conveniencia de un conflicto con el país vecino. Durante la reunión llegan dos emisarios de Francia que ofenden de manera grave al rey inglés. Será este hecho, y la convicción de que su reclamación es legítima, lo que convencerá finalmente al rey a invadir Francia. Pero antes de partir para territorio francés el monarca descubrirá que ha sido traicionado…
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