En 1915, una muchacha de catorce años llamada Mary Phagan fue encontrada muerta. La policía detuvo como presunto responsable de su asesinato a un conserje negro, pero un periódico de Atlanta comenzó una campaña acusando del homicidio a un judío de Nueva York llamado Leo Frank, propietario de la tienda donde trabajaba Mary. Con agresivos eslóganes en los que se decía “En Atlanta se puede linchar a un negro en cualquier momento, pero, ¿porqué no cambiarlo esta vez por un judío yanqui?”, finalmente, este hombre fue acusado del crimen y condenado a muerte. Conmutada su pena por el gobernador a cadena perpetua, cuando era conducido a prisión fue raptado por una banda de desconocidos y linchado. Lo peor es que, años después, el negro confesó ser el autor del crimen.
Escribe un comentario largo o tu crítica sobre la película