Cuando Abe Applebaum era niño se hizo famoso en su pequeño pueblo canadiense porque, como un pequeño detective, lograba resolver todos los casos que sus amigos y vecinos le presentaban. Eran casos triviales, pero todo el pueblo lo conocía y le saludaba, y hasta el alcalde lo premió públicamente. Un día desapareció una niña, la hija del alcalde, y Abe, incapaz de encontrarla, cayó en desgracia. Ahora, con 31 años, Abe sigue intentando ganarse la vida como detective, pero ya nadie lo toma en serio, ni siquiera sus padres que no saben ya ni como tratarlo. Abe arrastra un sentimiento de culpa por ser incapaz de encontrar a la pequeña que le impide seguir con su propia vida. Todo cambiará cuando un día una chica del pueblo le contrate para investigar la misteriosa muerte de su novio…
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