Matt y Annie forman un matrimonio que pretende pasar una tranquila tarde en el cine, pero unos espectadores que no hacen otra cosa que molestar, les hace imposible disfrutar de la película. Hace calor, y el ambiente entre la ciudadanía parece estar algo crispado. Una vez en su casa, a las afueras de la ciudad, descubren que su hija tiene una infección de oído así que llaman al medico, pero éste les comunica que hasta la mañana siguiente no podrá atenderles y que tendrá que darles la receta por teléfono. Durante esa noche, la ciudad sufre un corte en el fluido eléctrico que desencadena un apagón general. A la mañana siguiente, todo sigue igual y su hija sigue llorando por el dolor. La falta de información y la imposibilidad de usar nada que funcione con electricidad les hará conscientes de hasta que punto la vida de un ciudadano actual depende del suministro eléctrico. Recluidos en su casa, poco a poco la inesperada situación se irá complicando cada vez más. En la calle, el pillaje, la violencia, y la agresividad irán desencadenando el caos, atenazando de miedo a Matt y su familia, que viendo como se van desarrollando los acontecimientos, deciden salir al exterior para poder conseguir las medicinas para su hija y hacerse con un arma para defenderse…
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