He aquí la historia del implacable dictador de un país desconocido que está dispuesto a arriesgar su propia vida para asegurarse de que la democracia jamás llegará al país que tan cariñosamente oprime. El dictador está interpretado por Sacha Baron Cohen, un actor que nunca deja indiferente a los espectadores, como ya hemos comprobado con personajes como Ali G., Borat y Brüno. ¿Dónde habrá puesto el límite esta vez? Una advertencia para sensibleros, susceptibles y enemigos de la escatología: esta película puede herir vuestros sentimientos.
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