El comandante Reisman (Lee Marvin) es un oficial estadounidense que se ha distinguido en la campaña de Italia, durante la Segunda Guerra Mundial. Su mayor virtud, sin embargo, no es la disciplina. Este hecho le condiciona a no mantener buenas relaciones con los militares de alto rango, todos ellos demasiado conservadores. El Alto Mando americano le encarga una misión suicida para la que ha de reclutar a doce soldados condenados a diversas penas (entre ellas la de muerte) en sendos consejos de guerra, entrenarlos y enseñarles un poco de disciplina. Ya desde el momento del reclutamiento es una misión imposible, pues Reisman debe conseguir que el grupo se apoye mutuamente, algo difícil cuando en el grupo le colocado a un católico ultraconservador que odia a los negros y tiene revelaciones divinas que le obligan a matar (sobre todo a las putas), a un negro que no tolera ni un insulto racista, a un gigantón capaz de matar a quien le empuje de un solo golpe, a un tipo de mínima inteligencia.
Escribe un comentario largo o tu crítica sobre la película