El padre Alek (Christopher Lambert) sube al púlpito cada semana para sermonear a sus feligreses. Pero lejos de aburrir con palabras huecas sobre la religión, el padre Alek aprovecha para arremeter contra el gobierno comunista de Polonia, que está sometiendo al pueblo. Como era de esperar, la reacción de los políticos que están en el poder será cruel, hasta el punto de poner precio a la cabeza del sacerdote.
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