En el barrio de Brooklyn, en la ciudad de Nueva York, en un gran complejo de viviendas en el que sobreviven apiñadas cientos de familias, "opera" un grupo de los llamados "clockers" (pequeños traficantes de drogas que se dedican al menudeo). Uno de esos pequeños camellos, conocido como "Strike", se reúne con el cabecilla de todos ellos, un narcotraficante llamado Rodney Little. Éste le explica que tiene un pequeño problema con uno de sus compañeros, Darryl Adams, y que está harto de aguantar que le robe delante de sus narices, así que ha de morir y debe ser él el que se encargue de hacerlo. El joven le pide a su hermano mayor, Victor, un hombre sin antecedentes ni problemas de ningún tipo con la ley, que le ayude. Poco después el cadáver de Darryl es hallado y la policía encarga la investigación del crimen a los detectives de homicidios Rocco Klein y Larry Mazilli que, al poco de comenzar con sus pesquisas, reciben una llamada de otro detective que les explica que un hombre acaba de confesar al asesinato de Darryl. Ese hombre es Victor, que afirma haber cometido el crimen en defensa propia. El caso parece resuelto, pero el veterano detective Rocco, fiel a su olfato como detective, no cree en el testimonio de Victor, y sospecha que esta encubriendo al verdadero autor…
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