Rusia, año 1982. Un campesino de Rostov, una ciudad turística de la parte occidental del país, encuentra el cadáver de un menor de edad en sus tierras. Viktor Burakov, recién nombrado forense de la zona, se hace cargo del caso y enseguida se da cuenta de que, aunque el cuerpo fue encontrado en el campo, la muerte tuvo lugar en el bosque cercano. Sin dilación, ordena a su asistente, Federenko, peinar el bosque en busca de pruebas, pero al regresar éste, en vez de pruebas lo que trae son siete cuerpos más, todos de menores de edad. Una vez realizada la autopsia a todas las víctimas, y tras constatar que está ante la macabra obra de un asesino en serie, Viktor informa a las autoridades soviéticas de su hallazgo solicitándoles medios para ampliar la investigación e intentar dar caza al sanguinario asesino antes de que éste vuelva a actuar. Pero aparte de sus burlas, todo lo que recibe de sus superiores es la negación, incapaces de admitir que su nación pueda tener un asesino en serie como ocurre en el, para ellos, corrupto y decadente occidente. Su jefe inmediato, el coronel Fetisov, le deja claro que sus solicitudes no serán nunca aceptadas por el aparato comunista, pero aún así será él el que finalmente le preste su ayuda en la investigación de los asesinatos. Poco imagina Viktor que el caso no ha hecho más que empezar…
Escribe un comentario largo o tu crítica sobre la película