Una joven estadounidense, Greta, acepta trabajar como niñera para una familia que vive en un gran caserón en un remoto pueblo en Inglaterra. Cuando Greta comienza su primer día de trabajo su sorpresa es más que mayúscula al descubrir que el niño que tiene que cuidar, Brahms, es en realidad un muñeco de porcelana a tamaño real. Al parecer el niño real murió en un incendio acaecido en la casa, y los padres, incapaces de asumir el trauma, tratan al muñeco como si fuera su verdadero hijo. Además, para realizar su trabajo de forma correcta, ha de seguir unas estrictas normas que jamás deberá violar: Tiene que jugar con él todos los días; No se acepta ningún invitado del exterior; Ha de darle cada noche un beso de buenas noches al acostarlo en su cama; No puede cubrirle la cara bajo ningún concepto; Y, sobre todo, nunca debe dejarlo solo. Como era de esperar, cuando Greta se queda a solas con Brahms no sigue las normas impuestas al pie de la letra, y es entonces cuando comienzan a sucederse una serie de extraños hechos que llevan a la joven al convencimiento de que el muñeco está vivo…
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