Un joven carterista norteamericano que vive en París, Michael Mason, comete un grave error al robar una bolsa a una joven que, engañada, iba a cometer un atentado. Sin percatarse de la situación, Michael revisa el contenido de la bolsa y la tira en una papelera. Segundos después la bolsa estalla en mil pedazos, con el penoso resultado de cuatro muertos y varios heridos. A partir de ese momento, Mason, que es rápidamente considerado por la policía francesa como el principal sospechoso, será uno de los hombres más buscados del país. Sean Briar, un agente de la CIA al que se le asigna el caso, pronto da con él y, tras interrogarle, enseguida se da cuenta de que el joven solo es culpable de forma accidental, un perfecto "chivo expiatorio" para una gran y oscura conspiración criminal. Con el fin de intentar desenmascarar a los culpables, y para aprovechar sus contactos y conocimientos, Briar reclutará al joven…
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