El día 22 de noviembre de 1963 es un día que marcó para siempre a los Estados Unidos. Aquel día fue asesinado J.F. Kennedy, Presidente de nación, en la ciudad de Dallas. La versión oficial explica que fue un magnicidio cometido por un solo hombre, Lee Harvey Oswald, pero muchos no la creyeron, y desde entonces son muchas las teorías que apuntan a que quizás hubo detrás una oscura conspiración. El presidente se había ganado muchos y muy poderosos enemigos, su proyecto de Ley Anti-Trust, la revisión de la Tasa sobre el consumo de petróleo, su enfrentamiento directo con muchos políticos ultraconservadores, su aparente tolerancia con el comunismo y su acercamiento a posiciones contrarias al racismo imperante por aquella época, etc., no le granjearon muchas simpatías entre amplios espectros de la población norteamericana, y esto pudo suponer que muchos de estos grupos se aliaran con el fin de acabar con su presidencia. La denominada "Comisión Warren", que fue la encargada de la investigación oficial, dejo muchos interrogantes que todavía hoy suscitan una y mil teorías de todo tipo. Dos veteranos investigadores relacionados con los círculos de poder políticos, James Farrington y Robert Foster, emprenderán su propia investigación desde la premisa de que Oswald no actúo solo…
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